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Criterios ESG: La clave para generar valor y el éxito empresarial
Cronista.com – noviembre 2024
A continuación les compartimos la nota que realizó Orlando Scarpelli, socio de Audit & Assurance y Líder de Aseguramiento en ESG de Deloitte Cono Sur, para la web de El Cronista.
La integración de la sostenibilidad en la estrategia de las empresas implica implementar prácticas que aprovechen las oportunidades y mitiguen los riesgo asociados.
En los últimos años, los criterios de Medioambiente, Social y Gobernanza (Environmental, Social, and Governance o “ESG”, por su sigla en inglés) tomaron un rol central en las estrategias empresariales globales, transformándose de simples modas a herramientas para la gestión de riesgos y componentes clave para la creación de valor sostenible.
El aumento en la demanda de transparencia y responsabilidad por parte de inversionistas, consumidores y reguladores, hizo que las organizaciones adopten estos criterios de manera más integrada en sus operaciones. “Los criterios ESG ya no son una opción, sino una necesidad para las compañías que buscan mantenerse competitivas y relevantes en el mercado”, indicó Orlando Scarpelli, socio de Audit & Assurance y Líder de Aseguramiento en ESG de Deloitte Cono Sur.
A nivel mundial, la mayoría de los líderes empresariales reconoce la importancia de incluir estos principios en su gestión. "Si le preguntáramos a un CEO si la sustentabilidad está en su agenda, lo más probable es que te responda que sí", afirmó Scarpelli. Sin embargo, advirtió que, en mercados como el argentino, el contexto económico podría relegar este aspecto más abajo en la lista de prioridades, pese a que su relevancia sigue siendo crítica para el desarrollo estratégico a mediano y largo plazo de las empresas.
¿Qué son los criterios ESG?
Los criterios ESG son un enfoque más cuantitativo y medible, aunque incluye su parte cualitativa, que las empresas utilizan para evaluar su impacto y desempeño relacionado con la sostenibilidad. Estos criterios consideran factores específicos en tres áreas clave: medio ambiente, las prácticas sociales y la gobernanza corporativa. Se utilizan para identificar los riesgos y oportunidades asociados con estos aspectos y mejorar la valoración del negocio para la comunidad inversora.
- 1. Medio Ambiente
Cómo las empresas gestionan su impacto en el medio ambiente, incluyendo la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (“GEI”), la calidad del aire, la gestión energética y del agua, el manejo de residuos, así como el uso de recursos naturales y la lucha contra el cambio climático.
- 2. Social
El enfoque de las organizaciones en sus relaciones con empleados, clientes y comunidades. Se incluyen aspectos como los derechos humanos y relaciones comunitarias, salud y seguridad de los empleados, diversidad e inclusión, gestión de la calidad y seguridad de los productos, incluyendo el bienestar del cliente. Así como prácticas de venta y etiquetado de productos y contribuciones al bienestar social. - 3. Gobierno corporativo
Cómo las empresas están dirigidas, incluyendo su estructura y el buen gobierno de las entidades, la remuneración de los ejecutivos, la ética corporativa, el comportamiento competitivo y la transparencia en la toma de decisiones.
Scarpelli destaca que las empresas deben ir más allá de una simple "gestión de pasivos", como muchos tienden a entender a los criterios ESG. Según el experto, uno de los riesgos más grandes que enfrentan las empresas es no visualizar el potencial de estos factores como una fuente de valor agregado. "El mayor riesgo es que las compañías siguen entendiendo a los criterios ESG como una gestión de pasivos en lugar de una creación de valor", sostiene.
El avance del marco regulatorio
Los criterios ESG experimentaron una evolución significativa en los últimos años. En Europa, varias regulaciones ya están en vigencia, mientras que en Estados Unidos se espera la implementación de nuevas normativas en el corto plazo. Este impulso regulatorio no se limita a la mayores economías mundiales, por ejemplo en América Latina, países como Brasil, Colombia y México comenzaron a adoptar estas iniciativas y generaron una presión adicional sobre las empresas de la región para cumplir con estándares internacionales.
En cambio, Argentina enfrenta desafíos económicos y regulatorios que dificultan la implementación rápida de normativas relacionadas con ESG. Por su parte, Scarpelli cree que, aunque no sea inmediato, el país eventualmente adoptará estas regulaciones en el mediano y largo plazo. "La realidad argentina es compleja, entonces agregarle una cuestión regulatoria adicional puede llegar a estresar a las diferentes compañías", comentó, aunque destacó que esta adopción obligatoria será inevitable con el tiempo.
La sostenibilidad como parte integral de la estrategia
Uno de los cambios más notables en el enfoque hacia los criterios ESG es que dejaron de ser vistos como una tendencia pasajera. Ahora, son parte de las estrategias a largo plazo de las organizaciones. Scarpelli resaltó que la sostenibilidad ya no solo afecta a las empresas desde un punto de vista externo, sino también desde dentro. La preocupación por los aspectos ambientales y sociales está ligada a la retención de talento, la reducción de costos y la apertura de nuevos mercados. "Los diferentes grupos de interés cada vez son más exigentes con respecto a este tema, con lo cual parecería que ya no es algo pasajero, sino que los temas de sustentabilidad vinieron para quedarse", aseguró.
Este cambio de enfoque también tiene un impacto significativo en la forma en que las empresas reportan su desempeño. Al igual que los estados financieros, los usuarios de los reportes ESG son cada vez más exigentes en cuanto a la precisión y confiabilidad de la información que se presenta. Según Scarpelli, las empresas están comenzando a establecer estructuras de control interno para garantizar la exactitud, integridad y trazabilidad de los datos que reportan. “No solo se trata de comunicar objetivos, sino de respaldarlos con evidencia verificable. El reporte ESG cada vez requiere más información y tiene que ser confiable", mencionó.
Aseguramiento de la exactitud e integridad de los reportes de ESG
Uno de los principales desafíos que enfrentan las empresas en el ámbito de ESG es la medición del impacto ambiental y social de sus operaciones. La determinación de desarrollar datos y confianza en materia de sostenibilidad es como la sostenibilidad misma: fácil de declarar y difícil de ejecutar. Deloitte realizó múltiples encuestas que muestran que medir el impacto de las emisiones de gases de efecto invernadero es una de las preocupaciones más urgentes de las empresas. Esto incluye la necesidad de reportar con precisión las emisiones de alcance 1 (emisiones directas de la empresa), alcance 2 (emisiones indirectas por consumo de energía) y alcance 3 (emisiones a lo largo de la cadena de valor).
Este último alcance es especialmente complicado, ya que requiere colaboración con proveedores y otros actores a lo largo de la cadena de valor. "Este es uno de los principales desafíos y por eso las compañías todavía no lo están reportando o lo reportan en forma parcial", señaló Scarpelli.
Además, la necesidad de asegurar que la información reportada sea precisa llevó a las empresas a explorar nuevas herramientas tecnológicas. Las tradicionales hojas de cálculo quedaron obsoletas, y las compañías están invirtiendo en sistemas más avanzados para gestionar y controlar la enorme cantidad de datos que se generan en el contexto de ESG. "El manejo de la información se tornó en algo estratégico y crítico", comentó Scarpelli, y subrayó la importancia de contar con herramientas que permitan una trazabilidad completa de los datos.
El tema del aseguramiento externo de los reportes de sustentabilidad está adquiriendo relevancia. Muchas jurisdicciones están optando por implementar un enfoque escalonado, tanto para los requisitos de información como de su aseguramiento externo, inicialmente buscando ofrecer inicialmente un nivel de aseguramiento limitado para luego pasar a un aseguramiento razonable.
ESG como un impulsor de la competitividad
Los criterios ESG además de ayudar a las empresas a cumplir con normativas y satisfacer las demandas de los inversionistas y otros grupos de interés, representan una oportunidad para mejorar su competitividad. Los consumidores y los mercados están cada vez más interesados en las empresas que demuestran un compromiso con la sostenibilidad.
La clave, según Scarpelli, está en dejar de ver los criterios como un simple requerimiento y comenzar a entenderlos como una herramienta estratégica. Las empresas que lo hagan estarán mejor preparadas para enfrentar los desafíos del futuro y aprovechar las oportunidades que surjan en un entorno cada vez más orientado hacia la sostenibilidad.