Esta semana se dieron a conocer estadísticas que confirman la recuperación que estamos viviendo ya que capturan el efecto de las reaperturas y su consecuente derrama positiva sobre el ecosistema económico.
Comenzamos por los datos laborales correspondientes al mes de agosto que mostraron un crecimiento favorable en la tasa de empleo. Según la última encuesta de la Universidad Católica, se estima que se crearon alrededor 312 mil puestos de trabajo. De hecho, esta encuesta longitudinal registró un incremento de dos puntos porcentuales lo que situó a la tasa de empleo por encima del 44%. Como lo habíamos anticipado en nuestras proyecciones, esto marca un punto de inflexión en la contracción laboral y el inicio del rebote.
Aunque estas tendencias son indudablemente benignas, cabe destacar que, en su forma interanual, el registro de este mes todavía se encuentra 2,1 millones por debajo de los niveles que teníamos hace 12 meses. En cuanto a aquellos individuos fuera de la fuerza laboral, la encuesta dio a conocer que actualmente hay aproximadamente 1 millón de personas que no están buscando trabajo en estos momentos.
Hubo aspectos muy positivos en este reporte ya que muchos de los grupos más vulnerables se vieron beneficiados a raíz de las mejoras. Las mujeres, por ejemplo, vieron mayores mejorías que los hombres. Casi 58% de las plazas recuperadas fueron ocupadas por trabajadoras de género femenino. Esto es sumamente bienvenido ya que contrarresta el impacto tan severo que la pandemia tuvo desproporcionalmente sobre este grupo.
Pasando a la inflación, el mes pasado registramos una lectura favorable del IPC (índice de precios al consumidor) que es la medida inflacionaria más relevante. Aunque mes sobre mes el índice solo ascendió 0,1% en agosto, el crecimiento fue el doble si se excluyen las variaciones incididas por los productos energéticos y alimenticios que suelen ser más volátiles.
En la medida interanual los precios subieron 2,4% lo que reflejó una pequeña desaceleración de 1 ppt en comparación con el mes anterior. La subida en precios acumuló casi 1,4% en los primeros 8 meses del año con alzas en tres cuartos de las categorías reportadas.
Aunque dada la prolongación en el choque a la demanda la gasolina y el servicio de transporte interurbano vieron caídas mensuales considerables (2,8% y 7,2% respectivamente), hubo alzas considerables en los productos alimenticios como el pollo y los tomates, así como en productos de vestimenta y calzado.
En este caso, el hecho de que la inflación se mantenga estable es una importante señal para la recuperación ya que de ser muy alta se limitaría el espacio para estímulo monetario y al ser baja habría preocupaciones sobre una perspectiva de inflación negativa. Lo último sería síntoma de un posible colapso en la demanda, la inversión privada, y un fundamental decrecimiento en la productividad.
Craig Alexander is the first Chief Economist at Deloitte Canada. He has over twenty years of experience in the private sector as a senior executive and leading economist in applied economics and forecasting. He performed macroeconomic research, regional and sector analysis, and fiscal market forecasting and modelling. Craig is a passionate public speaker and holds a graduate degree in Economics from the University of Toronto.
Sebastian es economista y trabaja en la práctica de Asesoría Económica en Deloitte Canada, cubre principalmente los desarrollos macroeconómicos y tiene experiencia previa realizando investigaciones en el campo de la economía y las finanzas internacionales. Sus habilidades técnicas incluyen análisis cuantitativos complejos, econometría avanzada, aprendizaje automático y programación de computadoras. Periódicamente, monitorea de cerca los desarrollos clave en los mercados financieros mundiales, las ofertas públicas, las fusiones y adquisiciones, los precios de las divisas y los productos básicos, la política monetaria, la deuda y las cuestiones fiscales.