Perspectivas

Inclusión financiera: panorama, perspectivas y tendencias

La inclusión financiera es una problemática común en América Latina y en el mundo. Conozca el panorama general, así como los principales obstáculos.

Elaborado por Gustavo Méndez, Socio Líder Regional de Servicios Financieros de Deloitte Spanish Latin America

Hoy en día, el 31% de la población mundial está completamente excluida del acceso a servicios financieros, principalmente minorías y mujeres que se encuentran por debajo del umbral de la pobreza.

Esta circunstancia se debe a factores como el desconocimiento del sector, la estructura rígida de los productos y el entorno regulatorio desfavorable. El primero de ellos se refiere a que la mayoría de la población posee poca o ninguna educación financiera, lo que les dificulta escoger la mejor opción para financiarse o invertir.

Igualmente, la mayoría de los productos no están diseñados para atender a los requisitos de la población no bancarizada. Un ejemplo práctico es que la oferta de créditos está enfocada a las personas que hacen parte de una nómina o que pueden demostrar sus ingresos.

En términos sencillos, contar con una mejor educación financiera permite decidir entre las diferentes opciones de ahorro e inversión existentes en el mercado cuál de ellas es la que más se ajusta a cada perfil, así como tomar una posición frente a las políticas económicas y sociales de su país.

Igualmente, la ausencia de un marco regulatorio prudente para los productos y servicios financieros no proporciona incentivos a los bancos públicos y privados para llegar a la base de la pirámide. En este caso, la documentación excesiva desmotiva a la comunidad más desfavorecida para acceder al sector.

Datos como estos son revelados en el documento “Disrupción para la inclusión. Tendencias y oportunidades no tradicionales para potenciar la inclusión financiera en América Latina”, elaborado por Deloitte, en el cual se describen las oportunidades y las debilidades en este campo.

¿Cuál es la importancia de la inclusión financiera en el mundo?

La inclusión financiera se refiere a los productos del sector que son asequibles y pertinentes para individuos y empresas que antes no podían beneficiarse de ellos.

Lograrla es importante, pues permite suavizar la evolución de los ingresos, obtener financiación para el crecimiento de las empresas, así como ahorrar para diferentes acontecimientos y para obtener las metas personales.

En el mundo, este concepto cobra cada vez más relevancia debido a que avanzar en ella implica la disminución de la pobreza y la economía informal, así como la falta de oportunidades en acceso al crédito según el género.

Por lo anterior, más de 55 países se han comprometido a implementar la inclusión financiera y más de 30 de ellos han puesto en marcha o están preparando estrategias como México, Guatemala, Honduras, Colombia, Ecuador, Brasil, Perú, Paraguay, Uruguay y Argentina, entre otros.

Igualmente, la inclusión financiera está relacionada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas: fin de la pobreza, hambre cero, salud y bienestar, igualdad de género, trabajo decente y crecimiento económico, industria, innovación e infraestructura y reducción de las desigualdades.

¿Cuál es el panorama en América Latina?

Solo el 51% de los adultos tiene cuentas bancarias, de los cuales solo el 28% realiza pagos directamente desde ellas y menos del 15% se beneficia de ahorros formales o servicios de préstamo, según el documento “Disrupción para la inclusión. Tendencias y oportunidades no tradicionales para potenciar la inclusión financiera en América Latina”, elaborado por Deloitte.

Asimismo, solo el 45% de las pymes tienen acceso a los sistemas financieros en la región, pese a que su contribución en el PIB es del 30% del total en comparación con el 60% de las economías de la OCDE y a que generan el 67% del empleo.

Otro dato interesante es que solo un 45% de los latinoamericanos realizaron una transacción en línea antes de la pandemia, sin embargo esa cifra ha aumentado desde entonces a un 83%.

En la región, algunas de las principales barreras que existen son la falta de habilidades para comprender y aplicar conceptos básicos de las finanzas personales, la informalidad económica y la ausencia de incentivos de política pública que generan obstáculos al comercio electrónico.

¿Qué se ha hecho en Colombia?

En este país, se destacan como los principales retos de la inclusión financiera la necesidad de promover la llegada de estos servicios a las zonas rurales, de mejorar los niveles de cultura financiera, cerrar las brechas entre hombres y mujeres y seguir promoviendo el desarrollo de alternativas de pagos digitales en pequeños comercios.

Para contrarrestar esas problemáticas, se han implementado acciones como la creación del Programa Banca de Oportunidades que tiene como propósito promover el acceso a servicios financieros a familias en pobreza, microempresarios, pequeña y mediana empresa y emprendedores, con el fin de reducir la pobreza, promover la igualdad social y estimular el desarrollo económico en el país.

Asimismo, está el avance en el modelo de corresponsales bancarios y cooperativos con los cuales se busca aumentar la cobertura de servicios financieros en todo el país. En este sentido, se destaca el Decreto 222 de 2020 que simplifica este esquema a poblaciones tradicionalmente excluidas en zonas rurales y apartadas.

Otro aspecto importante es el Plan Nacional de Desarrollo 2018 -2022 que definió los lineamientos para la focalización de créditos a pequeños productores, jóvenes y mujeres rurales.

En síntesis, la inclusión financiera es un tema clave para avanzar en la reducción de la pobreza y la desigualdad, así como para la integración de los servicios financieros con las actividades cotidianas de los ciudadanos.

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